Hay cosas que es mejor dejar en el olvido, y otras, que deseamos seguir disfrutando para siempre.
Muchas de las segundas, existen porque hay personas que las han cuidado y protegido para que sigan existiendo a nuestro alcance.
Hoy te hablo de un proyecto creado por algunas de estas personas, que han ayudado a:
- Recuperar variedades perdidas ofreciendo diversidad en vinos.
- Mantener su biodiversidad cuidando la tierra.
- Poder disfrutar con cada uno de sus vinos cuidando nuestros paladares.
Ellos son Oller del Mas, una bodega catalana con una idea clara:
Recuperar las uvas autóctonas olvidadas para convertirlas en protagonistas de sus extraordinarios vinos.
Últimamente, hemos hablado mucho de vinos que expresan identidad y origen como forma de diferenciación. En E2G apostamos por ellos y te presentamos proyectos de los que estamos orgullosos y hemos corroborado su calidad y su éxito.
Oller del Mas es uno de ellos y estamos orgullosos de contar con ellos en nuestro porfolio. Sus vinos son pura elegancia, de los que no puedes abrir solo una botella.
Vinos que hablan de su hogar: la tierra y el clima que los vio nacer.
Vinos que hablan de su familia: la biodiversidad protegida de su entorno que ayudó a entregar los mejores frutos.
D.O. Pla de Bages
Oller del Mas forma parte del Pla de Bages, una zona privilegiada, rodeada de montañas y parques naturales. Con unas de las mejores vistas de Montserrat, la montaña sagrada de Cataluña.
La tradición vinícola de esta zona existe desde que existe el vino. De hecho, algunos historiadores defienden que el nombre “Bages” proviene del latín Baco, el Dios del vino.
Actualmente, es una de las D.O más emergentes por la conservación de variedades autóctonas, su climatología y su suelo.
Pero, como sabe quien sabe de vinos, no todo es D.O.
Oller del Mas también elabora vinos sin denominación, varios de los cuales han sido premiados como los mejores de Cataluña por la Guia de Vins de Catalunya 2024.
Más de 1.000 años de historia siguen a este lugar y a la familia Oller.
37 generaciones han vivido y cuidado la misma propiedad a lo largo de los siglos. Un espacio mágico, con castillo del siglo X incluido, que respira el ADN de la familia.
